sábado, 8 de mayo de 2010

Arte y Pez Polla

El arte es una de esas facetas que desarrolla el hombre, el ser humano, aún no se sabe muy bien
por qué, pero así es, simplemente para satisfacer sus ansias de creatividad, en aras de la búsqueda de la belleza y en cierto modo persiguiendo una cierta espiritualidad lúdica; esa paz satisfactoria y adrenalínica que produce en la mente humana el placer de haber hecho algo...digamos que artístico: Escribir, pintar, esculpir, componer etc. El arte es tan fuerte y está tan impreso en los genes que no podríamos vivir sin arte, sin el arte. Y el pez polla, nuestro querido pez polla, siempre ha sido una fuente inagotable de inspiración para todo tipo de artistas, de todos los pelajes y de todos sitios,

Del arte se pueden decir muchas cosas y todas buenas, porque el arte tiene una enorme capacidad de fascinación y siempre nos quedamos como alelados, o sea fascinados, ante un cuadro que nos gusta, o una escultura, una canción, un edificio, una joya o algo que derroche arte; mejor o peor hecho, concebido y realizado. Más o menos brillante o acertado. Más novedoso o de género. Da igual; el arte nos subyuga, nos fascina, nos encanta, encandila, subroga, penetra, nos posee como una obsesión y por todo eso y mucho más nos gusta.
El hombre se ha inspirado siempre en lo que tiene alrededor para hacer arte y de todo lo que le rodea siempre intenta llevar al arte aquello que más le atrae y el poz polla siempre ha atraído mucho y como ha atraído mucho, los artistas le han rendido siempre muchos homenajes. El pez polla es una contigua fuente de inspiración para los artistas, sobre todo los plásticos, telúricos y metálicos.
Al igual que el hombre de Altamira pintó un bisonte en la pared del salón de su cueva, el pez polla ha sido el bisonte de muchos artistas que han visto en sus formas mórbidas redondeadas toda la capacidad inherente de fascinación que tienen siempre las cosas o los seres mágicos e influyentes.
Gracias a la magia que exhala por sus cuatro costados el pez polla, artistas de todo el mundo y de todos los tiempos han querido basar sus creaciones en él o por lo menos inspirarse en él para que él les protegiera y les diera la fuerza necesaria para afrontar el siempre difícil trance de la creación artística.
En el siguiente capítulo vamos a analizar y disfrutar de algunas de las grandes obras de arte de todos los tiempos que han hecho los artistas más valiosos y valorados, basándose en la magia y fascinación del señor Pez Polla.

Pintura

Algunos de los más grandes Artistas han visto en el pez polla ese elemento diferenciador que podía convertir a su obra en algo que no tenía nada que ver con lo que ellos esperaban. Es lo que se llama el “irrefrenable influjo del pez polla” y que Rusvel Franclin definió como “la sublimación pezpollera”.
Esa sublimación es la que obligó, por ejemplo a Velázquez, que era un pintor de Sevilla, aunque vivía en Madrid en la calle del mismo nombre, a reflejar un magnífico ejemplar de pez polla en el espejo en el que se mira la dama de...el espejo claro. O a volver a poner el mismo animal en otro espejo en su primera versión de lo que luego se llamaría “Las Meninas de Velásquez” y en
principio el pintor bautizó como “Las vacaburras de las hijas del Rey conmigo en el estudio y un pez polla en el espejo.
Son muchos los estudiosos que han intentado entender como Velásquez tuvo los cojonazos de pintar un pez polla en un retrato real, pero lo hizo. Luego sus alumnos lo borraron cuidadosamente antes de llevarlo a la Palacio y la versión que hoy se ve en el Prado es la segunda, o sea la que no tiene pez polla. Pero el pez polla está ahí y se ha visto en los análisis que se han hecho con Rayos Equis.


Pero no solo Velázquez se volvió loco por culpa del influjo del pez polla.
Muchos años más tarde, un malagueño llamado Pablo Ruiz, al que le gustaba mucho el personaje de “Picacho” de un programa de televisión y con “Picacho se quedó. Pues Pablo Ruiz Picacho también se dejó influenciar por el influjo del pez polla y se puso como un poseso a pintar peces polla por todos los sitios. Lo que pasa es que nadie se atrevía a comprar esos cuadros y un buen amigo le aconsejó que los quitara, los peces polla de los cuadros, que dejara solo el resto de lo que había pintado y así lo hizo y le funcionó y además se hizo muy famosos.
Pero si hubo un artista que quedó turureta Con el rollo del pez polla ese fue Francisco de Polla y Lucientes. Como no iba a quedarse fascinado Polla con un pez polla. Estaban hechos el uno para el otro. Hasta aquel entonces Polla había pintado algunos cartones para hacer toallas y algún
que otro retrato a la familia real. Pero un día en los toros y tras hacer unos cuantos bocetos de toros, se comió un bocadillo de pez polla al chilindrón y algo cambió en él. Algo le hizo cambiar y desde entonces no dejó de pintar monstruos extraños comiéndose peces polla y cosas así.
Acabó sordo y hecho polvo, pero hoy en día todos le rinden pleitesía y gracias al pez polla y a su influjo verdadero, indestructible e imperecedero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario